En España, son cada vez más las escuelas que están transformando sus patios escolares. En muchas ocasiones, los centros educativos son lugares hostiles, sin apenas naturaleza. En estos entornos, cualquier pequeña intervención, como la plantación de un árbol o la creación de un pequeño jardín, puede aportar un toque de naturaleza y cumple funciones esenciales, como producir oxígeno, absorber partículas contaminantes, mejorar el drenaje del agua o mejorar el paisaje. EL CSIC ha publicado una guía para la creación de jardines a través de un proyecto educativo que pretende ayudar en la mejora de los centros educativos a través de la creación de un jardín sostenible y educativo que implique la participación del alumnado y el resto de la comunidad educativa. Este proyecto se realiza a través de las sesiones didácticas que se describen en la guía. Cada sesión incluye contenidos y actividades teórico-prácticas para desarrollar junto con el alumnado. El orden cronológico de las sesiones es el mismo que se usa para la creación de un jardín. El primer paso consiste en planificar. Esto implica observar el espacio de una forma crítica y realizar una reflexión conjunta sobre el mismo. Después de este paso, ya podremos decidir qué zona del patio queremos reverdecer. Es el momento de trabajar los elementos fundamentales para la vida vegetal: el suelo y el agua. Posteriormente, le toca el turno a la selección de especies adaptadas a nuestro clima (en general, mediterráneas) y su plantación. Por último, se trabajará la vida animal que aparece tras la creación de un jardín sostenible, esa biodiversidad de insectos y aves que se asoman al nuevo espacio. Para finalizar, se propone una serie de actividades educativas que ayudarán no solo al mantenimiento del jardín, sino a fortalecer el vínculo del alumnado hacia el nuevo espacio creado. Todas las sesiones didácticas se pueden integrar en el currículum escolar de Primaria y Secundaria, respectivamente.

Fuente: http://libros.csic.es/product_info.php?products_id=1637