Las influencias físicas, como el viento, el agua, el calor y el frío, o los procesos químicos, como la lixiviación de tiza de las montañas de piedra caliza, provocan grietas en la roca. Cuando llueve sobre piedra caliza, se forma ácido carbónico (H2CO3) a partir de H2O y CO2 y disuelve la cal. Los organismos del suelo también pueden alterar químicamente el suelo y las raíces pueden remodelar mecánicamente el suelo. Esto se conoce como «meteorización biológica».